Los delfines Brisa y Chiquillo son madre e hijo, y juntos enfrentaron la furia del huracán Otis, estuvieron a salvo debido a su instinto e inteligencia, porque se mantuvieron en la profundidad de una piscina de 7 metros, en el parque acuático CICI en Acapulco, donde hubo medidas preventivas y llevan años protegiéndolos.
Los profesionales aseguraron que no se encuentran estresados, siguen juguetones y alegres, actualmente es imposible liberarlos por las condiciones en las que han transcurrido sus vidas, dejarlos a la mar les da nulas posibilidades de supervivencia.

Actualmente el agua en el que se encuentran no es transparente, tiene una coloración similar a la del mar, pero cumple con los parámetros de sanidad, PH y coloración, confirmó la empresa CICI Acapulco.
Las autoridades determinaron que, los responsables del parque acuático están apegados a las medidas, de acuerdo a normas oficiales, así como el plan de manejo autorizado por Semarnat.