El gigantesco asteroide Bennu, el cual tiene 500 metros de diámetro, tiene una posible fecha de impacto contra la Tierra: 21 de septiembre del 2135, lo cual sería catastrófico considerando que viaja a 100 mil kilómetros por hora.
Sin embargo, la NASA ya planea una solución para evitar que el cuerpo celeste choque contra nuestro planeta.
Desde el 2016, fue enviada una sonda espacial robótica llamada OSIRIS-REx, la cual estudiará al asteroide que viaja alrededor del sol, y se espera que aterrice en él en agosto de este año para extraer muestras.
Así mismo, la NASA tiene contemplado construir una nave espacial de 8,8 toneladas de peso que realizará la Misión de Asteroide Hiperveloz para Respuesta de Emergencia, con la intención de que desvíe el rumbo de Bennu y llevarlo de nuevo a la órbita solar, o en caso de ser necesario, destruir el asteroide con un arma nuclear para desintegrarlo.
La descomunal roca fue bautizada “Bennu” por el nombre de un ave mitológica egipcia asociada a la muerte, pues científicos han expuesto que podría traer “un inmenso sufrimiento” si golpea a la Tierra.
Cálculos de la NASA indican que las probabilidades de que Bennu golpee la superficie terrestre son de una entre 2,500.
Con información de de BBC y RT en Español
