El próximo miércoles 31 de enero, la Luna engalanará nuevamente el cielo nocturno, ya que se producirá la segunda “Súper Luna” del mes, y además, habrá un eclipse que la volverá de color rojo.
De acuerdo con el Instituto de Astrofísica de Canarias, en España, la coincidencia de ambos fenómenos en la misma noche, se le llama “Luna Azul”, pero esto no tiene que ver con su color.

Entonces, la Luna llegará a la fase de perigeo en su órbita, que es cuando se encuentra en su punto más cercano a la Tierra, por lo que podrá mirarse un 14% más grande y un 30% más brillante, respecto a otras Lunas llenas.
Además, se registrará un eclipse lunar esa misma noche, que le dará un tono rojizo al satélite natural de la Tierra, gracias a que la atmósfera de la Tierra actúa como un lente que desvía la luz del Sol y que filtra componentes azules hacia la Luna, lo que le proporciona un resplandor cobrizo.
Alejandro Farah, científico del Instituto de Astronomía de la UNAM, declaró para el diario Milenio que será muy difícil que la “Luna de Sangre” se aprecie en México, pero sí será posible ver la “Súper Luna”, es decir, una apariencia más grande y con más brillo de la Luna.