
Jojutla.- El sismo del 19 de septiembre aún deja secuelas de dolor y tristeza en el centro del país, especialmente en quienes resultaron afectados directamente por el desastre que dejó el poderoso terremoto.
Justo cuando se ha cumplido exactamente un mes este jueves, en Jojutla, Morelos, fue derribada la escuela primaria “10 de Abril”, ubicada en la colonia Emiliano Zapata y junto a una zona de albergue para damnificados por el temblor.

Tras el movimiento telúrico, el plantel fue catalogado como de alto riesgo debido a los daños estructurales que sufrió, por lo que debía ser derribado, y así evitar peligro para docentes y alumnos.
Las maestras de la escuela acordaron con personal del Ejército Mexicano y Protección Civil, sacar mochilas, útiles de los niños y mobiliario, que aún quedaba en el interior de las aulas.
Al rescatar lo que se pudo, inició la demolición de la primaria, con las profesoras, estudiantes y padres de familia como testigos detrás de la barda perimetral, ya que los trabajos se realizaron a puerta cerrada.
Antes de ver al centro educativo convertido totalmente en escombros, las educadoras, sus alumnos y los papás, realizaron una emotiva despedida a la escuela, con discursos, cantos, ofrendas con rosas y cartas, además, llevaron una banda para darle el adiós a la primaria al ritmo de la música.
Durante la demolición, integrantes de la escuela miraban cómo se levantaba el polvo mientras caían techos y muros de los salones, al mismo tiempo que sonaban “Las Golondrinas”, acompañados por el presidente municipal de Jojutla, Alfonso de Jesús Sotelo Martínez, todo vigilado por elementos de Protección Civil y personal militar.
De a poco, las paredes que albergaron a cientos de niños comenzaron a colapsar tras el paso de las pesadas máquinas.
El sismo no remató a la primaria “10 de Abril” el 19 de septiembre, pero sí la mantuvo en agonía durante un mes hasta su caída.